The impact of the film sector on the Spanish economy: from production to exhibition

Introducción

En un momento como el actual, en el que los gobiernos de todo el mundo se hallan todavía inmersos en el proceso de recuperación de los efectos negativos de la COVID-19 en sus economías, el papel que las industrias creativas pueden jugar en dicha recuperación está recibiendo mayor atención que nunca. Así, el Banco Mundial (2023) señala que la economía creativa será probablemente un motor clave del crecimiento económico a largo plazo y, por tanto, de creación de empleo en todo el mundo. De hecho, se espera que en el año 2030 la economía creativa experimente un crecimiento de hasta un 40% y represente el 10% del producto interior bruto (PIB) mundial.

Dentro de la economía o industrias creativas, la industria audiovisual y, en particular, la cinematográfica y televisiva, tiene un papel fundamental como elemento dinamizador ya que el sector del cine y la televisión actúa como catalizador de la industria creativa, impulsando el desarrollo de otros sectores relacionados. Al demandar productos y servicios de una amplia gama de otras industrias creativas, el cine y la televisión contribuyen a la diversificación económica y a la generación de empleo.

El sector cinematográfico europeo demostró su resiliencia en 2023, registrando una asistencia de casi mil millones de espectadores, lo que confirma su importancia cultural y económica. A pesar de no alcanzar los niveles previos a la pandemia, esta cifra representa un avance significativo. La infraestructura cinematográfica europea, con más de 40.000 pantallas y 12.300 cines, sustenta un sector que genera empleo para cerca de 100.000 personas en los cinco principales mercados (OMDIA, 2024).

En lo referente a la situación de nuestro país, España ha experimentado un notable crecimiento en su sector audiovisual, posicionándose como un referente en la producción cinematográfica a escala tanto europea como mundial. En este contexto, y con el objeto de potenciar la economía creativa y fomentar la atracción de inversiones extranjeras, el Gobierno español lanzó en 2021 el plan ‘España, Hub Audiovisual de Europa. Según datos del Observatorio Audiovisual Europeo (2022), España se encuentra entre los cinco principales países productores y exportadores de contenidos audiovisuales, rivalizando con potencias como Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Estos resultados son un reflejo de la competitividad y el dinamismo del sector audiovisual español.

A continuación, se presentan una serie de datos sobre la producción, distribución, exhibición y otros aspectos clave de la industria cinematográfica y audiovisual. En 2023, se exhibieron 2.357 películas en España, un 6,5% menos que el año anterior, pero con un 13,2% más de estrenos. Los espectadores alcanzaron los 76,7 millones, un 29,7% más que en 2022, con una recaudación de 493 millones de euros. Estas cifras muestran que la industria cinematográfica española registró en 2023 una recuperación del 29,7% en el número de espectadores y del 34,2% en la recaudación. Aunque estas cifras muestran una recuperación respecto a 2022, aún no alcanzan los niveles prepandemia de 2019 (véase Ministerio de Cultura, 2024). Por último, señalar el hecho de que, en 2023, el cine español representó el 28,5% de las películas exhibidas y el 16,7% de la recaudación total. Por su parte, el cine extranjero experimentó una mayor recuperación, con un aumento del 37,4% en el número de espectadores y del 41,6% en la recaudación.

Los datos anteriores ponen de manifiesto no sólo la importancia del sector cinematográfico en España, sino que respaldan su papel dinamizador en la economía y en la sociedad promoviendo el bienestar y el desarrollo económico y cultural de la misma. No obstante, aspectos relacionados con la competencia internacional y la necesidad de fortalecer la cualificación de la fuerza laboral siguen siendo un reto para la industria y su crecimiento a largo plazo. Por tanto, se hace necesario llevar a cabo un análisis detallado a través de un modelo económico adecuado que posibilite no sólo cuantificar el impacto que la industria del cine tiene en la economía española en su conjunto (valor añadido, empleo, inversión, exportaciones, etc.) sino el efecto de la implementación de medidas de política pública que afecten al sector del cine y la televisión y su repercusión en la economía del país.

El creciente peso económico de la industria audiovisual ha motivado la realización de varios estudios (McKenzie, 2012 y 2023) que buscan comprender su funcionamiento. Por una parte, existen numerosos trabajos sobre la industria cinematográfica con un enfoque microeconómico centrados en el estudio de los componentes individuales del mercado audiovisual, por ejemplo, análisis de la demanda de películas específicas o el comportamiento de los consumidores. Por otra parte, los trabajos que, siguiendo un enfoque macroeconómico de la industria, analizan el mercado en su conjunto, considerando variables como el PIB del sector, las políticas públicas y las tendencias globales, aunque en menor proporción, también están presentes en la literatura.

Sin embargo, encontrar trabajos que construyan modelos económicos rigurosos para evaluar y cuantificar el impacto económico de la industria cinematográfica en el conjunto de la economía de un país no es tan sencillo. Este tipo de análisis económico proporciona una valiosa herramienta para evaluar el desempeño de la industria cinematográfica, identificar sus fortalezas y debilidades, y diseñar políticas públicas que fomenten su desarrollo. Una excepción es el trabajo de Incenkara et al. (2013) para el caso de la industria cinematográfica turca.

El objetivo de este informe es evaluar el impacto económico de la industria cinematográfica en España. Para lograr este propósito este informe no se limita a realizar una simple recopilación de cifras de la industria del cine en España, sino que desarrolla un análisis multisectorial, especialmente adaptado a los objetivos del proyecto.

Modelos multisectoriales para el estudio de actividades de espectáculos y cinematográficas.

Dentro del marco de los análisis de impactos económicos, los modelos multisectoriales, y en concreto, los modelos input-output, proporcionan un valor añadido a los análisis económicos de los sectores culturales y, en concreto, del cine. Estos análisis multisectoriales permiten ampliar el foco para conocer el impacto de estos sectores en el conjunto de la economía. Debido a su repercusión en los territorios, el sector de la cultura forma parte de las estrategias de desarrollo local y regional, y puede participar en actuaciones para la regeneración del espacio urbano. Utilizar modelos multisectoriales permite obtener impactos en términos de producción, renta y empleo, por lo que los resultados obtenidos nos permiten cuantificar repercusiones de carácter social, turístico y económico. A continuación, destacamos algunos trabajos que han utilizado la metodología input-output.

Devesa (2005) estudia la economía de la cultura y de los festivales culturales, en concreto la Seminci de Valladolid, y sus repercusiones sociales y culturales. Calcula el impacto económico sobre el tejido productivo local, utilizando la metodología input-output, en términos de generación de riqueza y empleo.

Siguiendo con el impacto económico de la industria del cine, el trabajo de Devesa et al (2012) tiene como objetivo analizar el impacto económico local y regional del Festival Internacional de Cine de Valdivia. Para ello se miden tres tipos de efectos (directos, indirectos e inducidos). Los resultados muestran que el festival genera una repercusión significativa sobre la economía de la zona, beneficiando especialmente al sector turístico de la ciudad, y a los servicios a empresas.

Los análisis de impacto económico son una de las herramientas que los responsables de la formulación de políticas pueden utilizar para apoyar la toma de decisiones de inversión eficaces en la planificación de eventos. Además del impacto de la industria del cine encontramos trabajos enfocados a otros eventos culturales.

Es el caso del trabajo de Della Lucia (2013), que estudia el Festival de Economía de Trento (Italia), un evento cultural emblemático dirigido a los grandes flujos turísticos, la creación de imagen y la creación de marcas y el marketing de lugares. Combina tecnologías de seguimiento de acciones para rastrear el comportamiento del consumidor de los visitantes al evento con metodología input-output.

Otro ejemplo es el trabajo de Llop y Arauzo-Carod (2012), que analizan el impacto económico del Centro Gaudí en la economía regional catalana, cuantificando los nuevos ingresos productivos y nuevos puestos de trabajo que ha creado. Utilizan un análisis de subsistemas input-output en el que diferencian los sectores de servicios, que están estrechamente relacionados con la demanda directa del museo, de las actividades no servicios, que no están tan estrechamente relacionadas.

También es importante analizar los festivales musicales. Baldi et al (2022) calculan el impacto económico del Summer Jamboree, el mayor festival internacional de música de este tipo que tiene lugar en una pequeña ciudad del centro de Italia conocida principalmente por sus playas y actividades costeras. Con el objetivo de cuantificar los beneficios al territorio y al desarrollo rural de una zona con un gran potencial turístico, utilizan un modelo input-output alimentado por una encuesta muestral realizada a los visitantes y por los datos del balance de los organizadores del festival.

Otro evento musical analizado es el DEAfest en Reggio Calabria. Ventura (2014), analizando este evento, examina el impacto de eventos culturales como los festivales en el desarrollo turístico en los territorios anfitriones. Aborda la promoción territorial y el análisis de la actitud turística de los destinos, aplicando la metodología input-output para el análisis de impacto económico.

Estos trabajos sugieren que las inversiones culturales pueden desempeñar un papel en la generación de ingresos que va más allá de las meras actividades culturales.

Los análisis llevados a cabo por los trabajos referenciados muestran que los grandes eventos culturales puedan aportar importantes beneficios al desarrollo del territorio, potenciando la economía en su conjunto y debido a la distribución del capital generado.

La Matriz de Contabilidad Social de España para 2022, con desagregación del sector audiovisual, (SAMESP-AV 2022).

Una de las bases fundamentales en la elaboración de este trabajo de estimación y análisis ha sido la elaboración de una Matriz de Contabilidad Social (MCS o SAM), con una desagregación especial de las actividades y productos audiovisuales desarrollados en España y adaptada en su estructura al análisis multisectorial propuesto.

Partiendo de las tablas Input-Output más recientes, junto con datos de la Contabilidad Nacional y de otras bases de datos disponibles, se ha construido una SAM para España para el año 2022, en el que se desagregarán posteriormente los sectores audiovisuales, permitiendo así cuantificar potenciales impactos y poder evaluar correctamente diferentes shocks en oferta y/o demanda. Esta es una de las principales contribuciones de este trabajo, puesto que esta base de datos permitiría la aplicación posterior de numerosas técnicas de análisis, además de suponer por sí sola una herramienta descriptiva de primera magnitud de este sector industrial y cultural, de sus interrelaciones y de la capacidad de impacto generada por estas actividades culturales.

Una SAM es una herramienta de gran potencial para analizar un sector económico o institucional, tanto en su peso real, como en su capacidad de impacto en el resto de los sectores y en el conjunto de la economía (Mainar-Causapé et al., 2018; Stone, 1955; Pyatt y Round, 1979; entre otros). La traslación de políticas o medidas en shocks sectoriales o institucionales permite usar esta base de datos interrelacionados para cuantificar su impacto en toda la economía y en los grupos o regiones consideradas. La intuitiva construcción y la gran cantidad de información que este tipo de modelos pueden proporcionar los convierten en una de las herramientas más usadas en el análisis multisectorial y de impacto de políticas y shocks exógenos.

Las Matrices de Contabilidad Social, SAMs, tienen su origen en las bien conocidas tablas Input-Output (TIO), que recogen los flujos de las transacciones entre sectores de un determinado país o región en un periodo de tiempo determinado, con una desagregación sectorial de la demanda final y de los inputs primarios (trabajo y capital). Estas tablas proporcionan una descripción sistemática de la economía y sus elementos sectoriales, pero tienen su punto débil en la ausencia de relación entre factores e instituciones, no recogiendo íntegramente el flujo circular de la renta. Por esta razón, surgen las SAM. Una Matriz de Contabilidad Social (más conocida por su acrónimo inglés, SAM - Social Accounting Matrix-) es una base de datos que recoge y organiza los datos económicos y sociales para todas las transacciones entre agentes económicos en una economía y en un momento dado (Mainar-Causapé et al., 2018). Cada celda i,j describe simultáneamente un gasto de la cuenta representada en la columna j y un ingreso en la cuenta representada en la fila i, siendo los totales de filas y columnas iguales por el principio de la contabilidad de doble entrada. Una SAM integra las estadísticas sociales en el tradicional modelo Input-Output, recogiendo la interdependencia de los sectores productivos y sus relaciones con las instituciones y la demanda final, así como los flujos de renta entre los factores de producción y dichas instituciones responsables de la demanda final, completando así el flujo circular de la renta representado en forma matricial.

A modo de ejemplo, se presenta aquí una versión muy agregada (conocida como MacroSAM) de la estructura de una SAM (hay que tener en cuenta que la SAM final contendrá importantes desagregaciones de todas las submatrices mostradas):

Para el análisis realizado en este estudio, se ha construido una Matriz de Contabilidad Social para España para el año 2022 y con una especial desagregación del sector audiovisual. Las etapas seguidas en este proceso han sido:

• Estimación de una MacroSAM de España para 2022, partiendo de los datos de las cuentas integradas de la Contabilidad Nacional de España y de Eurostat.
• Estimación de una Matriz de Contabilidad Social (estándar) de España 2022 (SAMESP-2022). A partir de la MacroSAM estimada en el paso anterior, se ha estimado la SAM de España para 2022 propiamente dicha (con estructura estándar), usando diversas fuentes estadísticas y de información complementaria para desagregar las submatrices que integraban la MacroSAM. Una parte fundamental para desagregar la estructura base de la SAM han sido las tablas de Origen y Destino (Supply-Use tables) del Marco Input-Output de España 2022, publicado por el INE y Eurostat. De esta forma, se ha desagregado la MacroSAM en una SAM estándar para España, con 63 actividades productivas, 63 bienes y servicios, una cuenta de márgenes comerciales y de transporte, cuentas del valor añadido (trabajo, capital, impuestos netos sobre la producción), cuentas de sectores institucionales (hogares, sociedades y gobierno), ahorro e inversión, impuestos sobre los productos, impuestos directos y sector exterior (importaciones y exportaciones).
• Matriz de Contabilidad Social de España con desagregación del sector audiovisual 2022 (SAMAND-AV 2022). Finalmente, se ha ampliado la SAMESP 2022 desagregando los principales sectores audiovisuales de España, de forma que sea posible el análisis específico objetivo de este trabajo. Así, se ha desagregado el sector audiovisual (ver tabla posterior), resultando en las siguientes cuentas (Figura 1), lo que hace que la SAMESP-AV 2022 tenga 68 actividades y 68 bienes y servicios), utilizando para su estimación los datos de las siguientes fuentes, entre otras:
  • Encuesta Industrial de Empresas 2022 (INE)
  • Boletín Informativo: películas, recaudación, espectadores (varios años) (Ministerio de Cultura. Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales).
  • Estadística de Cinematografía: Producción, Exhibición, Distribución y Fomento (varios años) (Ministerio de Cultura. Gobierno de España).
  • Salas de Cine (datos de varios años) (Federación de Cines de España, FECE)
  • Base de datos SABI/AMADEUS (Bureau van Dijk)
  • Otras …

Método y modelos multisectoriales aplicados.

Para cuantificar la capacidad de impacto del sector del cine en España, resulta adecuado utilizar un modelo multisectorial, por cuanto estos permiten una aproximación más completa al flujo de relaciones intersectoriales, haciendo posible la cuantificación de los efectos que shocks o variaciones sustanciales en la oferta o en la demanda de un bien o actividad, genera sobre el resto de los sectores o agentes. En este sentido, el uso de marcos Input-Output, se revela como el más útil e intuitivo, especialmente con el uso de Matrices de Contabilidad Social (SAMs) en lugar de las típicas tablas Input-Output, extendiendo el modelo Input-Output tradicional incorporando (y permitiendo así su endogenización) las cuentas de los sectores institucionales, así como de consumo final, inversión, o comercio exterior (Mainar-Causapé et al., 2018) .

Para aproximar variaciones en la demanda final (doméstica y/o de exportaciones) de un producto, se parte del clásico modelo de multiplicadores de Leontief, aplicado a una SAM. Así, el punto de partida para el análisis es la siguiente ecuación de equilibrio:

x=Ax+y⇔x=(I-A)^(-1) y=My (1)

donde x es el vector de la producción bruta total de cuentas endógenas (N), siendo y el vector de valores de variables exógenas (normalmente la demanda final) respecto a estas cuentas. A es la habitual matriz de coeficientes técnicos (sus elementos aij muestran la participación del sector i en cada unidad producida por el sector j). M es la matriz de multiplicadores (contables) lineales y sus elementos, mij , recogen el efecto de un shock en la demanda final de la cuenta j en el output de la cuenta i. La suma por columnas da como resultado los multiplicadores totales de la producción, que muestran el aumento de la producción en la economía generado por un choque exógeno en valores de la demanda final (por ejemplo, exportaciones) para un producto determinado. Este es el modelo clásico Input-Output, aplicado aquí a una SAM en lugar de a una tabla I-O convencional. En el caso aquí aplicado, con la SAMAND-Agri 2022 en formato supply-use, basta considerar la submatriz de M formada por las cuentas de actividades como filas y las cuentas de bienes y servicios como columnas, M(a,c). Un elemento ma,c de M(a,c) muestra el impacto de un aumento (disminución) unitario de la demanda del bien o servicio c sobre la producción de la actividad a.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que aquí se necesita también el efecto de shocks en la oferta (medida a través del output final) de la producción y postproducción cinematográfica, por lo que es necesario realizar una pequeña transformación en los multiplicadores estimados en (1). Así, siguiendo a Miller y Blair (2009), puede obtenerse una nueva matriz de multiplicadores, M*, con elementos mij* resultantes de dividir los elementos de M en cada columna por el elemento de la diagonal en dicha columna:

m_ij*= m_ij / m_jj (2)

Así, los elementos de M*, m_ij*, muestran el aumento (disminución) en el output de la industria i provocado ante el aumento (disminución) unitario en el output de j.

Es necesario significar que, en ambas variantes del modelo, los impactos responden a los efectos en toda la economía española, es decir, comprenden, tanto los que directamente se pueden vincular a impactos iniciales en los bienes y servicios y actividades, como los que, a través del flujo circular de la renta, se generan en el resto de la economía. Así, por ejemplo, un aumento en la demanda o en el output genera aumentos en la renta, pero el incremento de esta renta genera incrementos en el resto de las actividades y agentes económicos (hogares, sociedades, etc.), generando impactos indirectos e inducidos en las variables analizadas.

Capacidad de impacto de los sectores de producción y exhibición cinematográfica en España.

Aplicando los modelos multisectoriales descritos anteriormente, y tomando para ello como base de datos las Matriz de Contabilidad Social de España con desagregación especial del sector audiovisual, (SAMESP-AV 2022), se han estimado la capacidad de impacto en la economía española de los sectores directamente relacionados con el cine: producción, postproducción, distribución y exhibición. Como se ha mencionado anteriormente, estos impactos recogen los efectos totales en las variables económicas, es decir, la suma de los efectos directos (el propio incremento en la producción cinematográfica o en la recaudación de taquilla, por ejemplo), de los indirectos (uso inmediato de insumos y factores de producción) y de los inducidos (los generados por el flujo circular de la renta).

Efectos económicos totales de hacer una película: impacto de la producción y postproducción cinematográfica.

La realización de una película en España tiene un importante efecto sobre la economía en su conjunto, no sólo mediante la inversión directa concretada en la misma, sino a través de los efectos que causa el uso de inputs y los posteriores impactos que las rentas de los factores van diseminando en bucle en el conjunto de las actividades económicas. Así, las actividades de producción y postproducción cinematográfica tienen un efecto multiplicador del output de 2,6 y 2,5, respectivamente, lo que supone que cada millón de euros producido por estas actividades permite la creación de 22 y 37 empleos en el conjunto de la economía española. El efecto en el valor añadido (VAB ) también es muy significativo (1,32 y 1,42 euros, respectivamente, de efecto multiplicador).

Considerando el volumen de negocio de estas actividades, puede comprobarse como incrementos del 1% en el sector de la producción suponen casi 600 empleos en el conjunto de la economía, con un incremento del VAB (asimilable al PIB) de más de 34 millones de euros.

La importancia de la producción y postproducción cinematográfica puede resumirse presentando el impacto en la economía de un largometraje realizado en España. Usando los modelos y la base de datos presentados, y tomando como referencia la aproximación al coste medio de un largometraje en España, que en el periodo 2020 - 2023 fue, en promedio, 3.054.235 € , se puede estimar que una nueva película genera 7,9 millones de euros en la economía, contribuyendo al PIB en 4 millones y permitiendo la creación de 72 empleos.

Relevancia económica del sector de cine como espectáculo y entretenimiento: importancia de la distribución y de la exhibición cinematográfica (I). Impacto de las distribuidoras.

En cuanto a las distribuidoras, su actividad contribuye a la generación de output con un importante efecto multiplicador que se cuantifica en 1,71, con 580 mil euros de generación de valor añadido (PIB) por cada millón de producción, que también permite la creación de 8,5 empleos en el conjunto de la economía.

Relevancia económica del sector de cine como espectáculo y entretenimiento: importancia de la distribución y de la exhibición cinematográfica (II). Impacto de las salas de exhibición.

Las salas de exhibición de películas tienen suponen otra parte fundamental de la contribución del sector del cine a la economía. Presentan una capacidad de generación de renta y empleo, con un efecto multiplicador de la producción de 1,53 y una generación de 610 mil euros al PIB por cada millón de demanda adicional, con la creación de 16 empleos (una capacidad que está cerca de 1,5 veces la media de todas las actividades económicas).

Como resumen del impacto de las salas de cine, se ha realizado el ejercicio de estimar el impacto de la compra de una entrada para una película en el conjunto de la economía. Bajo el supuesto de un coste medio de una entrada de cine en España, durante 2023, de 6 euros , se ha estimado que dicha entrada genera un total de 9,2 euros en la economía (más de un 50% adicional a su propio valor) y aporta 3,6 euros al PIB.

Conclusiones

La principal conclusión que puede extraerse de este estudio es la constatación de que el sector de la cinematografía en España, además de su evidente relevancia cultural, posee una alta capacidad de impacto en la economía nacional, tanto en su vertiente de creación y producción de películas, como en la parte de distribución y, por supuesto, exhibición. Así, la realización de una película genera, de forma total (no sólo mediante la inversión directa) un importante efecto multiplicador de la producción, el empleo y el valor añadido (y, por tanto, del PIB). Estos efectos son aún mayores, aunque con menor volumen en cifras absolutas, en las actividades de postproducción. Como ejemplo, se puede destacar que un largometraje de coste medio en España puede llegar a generar una contribución neta al PIB que ronda los 4 millones de euros, creando, además, 72 empleos.

En la otra parte, la distribución también presenta una ata capacidad de impacto, presentando una alta capacidad de generación de rentas que se resume en una producción adicional en la economía del 70% de la inversión y demanda realizadas en este sector. Finalmente, las salas de cine son el colofón a la contribución del sector del cine a la economía española, con una capacidad de generación de renta y empleo, que está cerca de ser 1,5 veces la media de todas las actividades económicas. Este se ilustra con el impacto estimado de la compra de una entrada para una película en el conjunto de la economía, que más de un 50% adicional a su propio valor.

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