Capítulo III – Cinema – Comunicação

The capitalist view and the neoliberal conflict of society through the Brazilian documentary ‘Ilha das Flores’

La visión capitalista y el conflicto neoliberal de la sociedad a través del documental brasilero ‘La Isla de las Flores’

Carlos Mauricio Gomez

Universidad Nacional de Colombia

Abstract

In the West, the belief that capitalism and neoliberal openness is an advance towards the future has been sold, but the real cost that this generates is never discussed, since in itself, this trend only focuses on the macroeconomic part while it leaves aside the social. part, which has uprooted deep crises in societies, to the point of generating inequality and inequity. This essay aims to lead us to ask ourselves, based on the concerns shown in the documentary La Isla de las Flores, where the freedom of the human being is conditioned by neoliberalism, which has always professed total freedom.
This article was born from the postulate that we have made in the title, about that capitalist viiew and the conflicts that neoliberalism has raised in Latin America. We focus precisely within the framework of the documentary La Isla de las Flores, a documentary set in the 90s in which capitalism and neoliberalism were announced as a solution by the policies that new rulers after the fall of the dictatorship, and the openness to globalization, driven by the US. This documentary is precisely opposed, in a didactic and simple way, to capitalism and those neoliberal policies that from the social side are not the most effective.

Keywords: Brasil, Neoliberalismo, Documental, Libertad, Capitalismo

Introducción

“Libertad es una palabra que el sueño humano alimenta, que no hay nadie que explique y nadie que no la entienda.”
Cecilia Meirelles

1. El neoliberalismo

El origen intelectual de lo que hoy se conoce como neoliberalismo se remonta a la Sociedad Mont-Pelérin convocó por el profesor Friedrich Hayek en el año 1947. A raíz de la Gran Depresión, la ideología se desarrolló en respuesta a los problemas de este tiempo. Se consideró que no era el mercado él que estaba en el centro de la crisis, sino que el fracaso de las políticas había llevado al colapso del mercado. Por lo mismo, el objetivo fundamental de la Sociedad Mont-Pelérin era reducir la intervención estatal en el control de la economía y crear libertad de los mercados (Puello-Socarrás 2013).

Como el uso y la definición del término neoliberalismo han cambiado mucho desde su surgimiento no hay criterios unificados para determinar lo qué es. En todo caso, el neoliberalismo implica un proyecto económico-político de clase que se ha venido expresando a través de una estrategia de acumulación. Así la ideología representa una forma de configuración capitalista que presumiblemente trae desarrollo.

Desde esa concepción muy económica derivan cuatro características cruciales del neoliberalismo: la desregulación económica para promover el mercado; la descentralización, retracción y recomposición del Estado de bienestar; la difusión de la responsabilidad individual y, por lo tanto, una responsabilidad reducida del Estado con respecto a asuntos sociales y económicos y, por último, la expansión del aparato penal intrusivo y proactivo (Wacquant 2009).

Resultando de dichas características, la desigualdad social forma otro componente del neoliberalismo. Como proyecto político el neoliberalismo está destinado a reconstruir el nexo del mercado, del Estado y de la ciudadanía desde arriba. Entonces, el orden de las clases sociales se establece por un poder superior, sea el mercado o el liderazgo político. A través de la penalización y el control, el Estado neoliberal produce una realidad social que luego divide la sociedad según la línea de clases. Así mientras la competencia económica les pone la primacía a los ricos, los pobres deben estar contenidos por un Estado estricto (Mirowski 2013).

Respecto al documental también es necesario mencionar que para muchos la idea de desarrollo y subdesarrollo surge del neoliberalismo y su carácter eminentemente colonialista. La asignación de roles y posiciones resulta muy útil para el proyecto de desarrollo del neoliberalismo porque perpetua la transferencia de capitales del Centro a la Periferia, o del Norte al Sur, y la especialización productiva en materias primas y bienes primarios de la periferia dirigidos a la exportación, o del Sur al Norte, lo que finalmente reproduciría el modelo y haría insuperables las posiciones preestablecidas (Puello-Socarrás 2015).

2. Establecimiento del neoliberalismo en América Latina

El establecimiento del neoliberalismo en América Latina se puede entender como la expresión general de la “globalización neoliberal”. Con la palabra globalización se indica la creciente interdependencia entre países, culturas, sociedades y por supuesto también economías. A través de la expansión del comercio mundial, la inversión extranjera directa, las actividades de empresas transnacionales y los mercados financieros la influencia de la ideología neoliberal se difundió fácilmente.

Sin embargo, no era entes de los principios de los años 80 del siglo XX cuando el neoliberalismo se impuso en las economías latinoamericanas. La parálisis de la dinámica de crecimiento de la “edad de oro” del capitalismo en los años 1950/60 por el descenso de la tasa de inversión en la producción con una mayor propagación del movimiento obrero y sindical marcó la disolución del compromiso de clase keynesiano, y continuó la búsqueda de nuevas oportunidades de inversión rentables en transición. La retirada de las actividades de inversión y la Gran Depresión de la década de 1970 se vio agravada por el colapso del acuerdo de Bretton Woods en 1973, además de la subida de los precios del petróleo por la OPEP y dio lugar a un enorme exceso de liquidez de los mercados euro-dólar.

La liberalización de los mercados financieros, una de las características claves del neoliberalismo, permitió a la “solución” a la crisis por el crédito total de grandes bancos internacionales. En los años 70 del siglo XX una serie de bancos comenzó a internacionalizar sus operaciones, lo que resulta en una financiación de la deuda a gran escala de las operaciones de gobiernos y proyectos de desarrollo en países considerados subdesarrollados.

A tasas de interés favorables, a veces negativas, se ofrecieron préstamos por primera vez a países llamados del Tercer Mundo, en particular a países latinoamericanos. Los préstamos excesivos de los principales bancos internacionales a tasas de interés atractivas permitieron digamos reciclar las monedas abundantes. Con el dramático aumento de la tasa base del Banco de la Reserva Federal bajo Ronald Reagan se incrementaron, en una sola decisión política, las tasas de interés en tres veces, y todo el aumento radical del Tercer Mundo en las obligaciones de servicio de la deuda entre los años 1971-1980 de alrededor de 70 a más de 560 mil millones dólares.

Así, el neoliberalismo como parte de los programas de reajuste estructural impuestos por instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial llegó a América Latina en el punto culminante de la crisis de la deuda externa. Dichos reajustes incluyeron la abertura de las economías nacionales endeudadas para el mercado y el capital global, la reducción del Estado, la descentralización y la privatización de empresas y servicios estatales y constituyeron condiciones para la concesión de reestructuraciones de deudas que han dejado huellas sociales devastadores en toda América Latina como masas empobrecidas, barrios de extrema pobreza en las afueras y alrededor de enclaves ricos, un Estado social reducido y labradores privados de su subsistencia porque los países no pueden resistir la competencia dura del mercado global libre (Fischer y Plehwe 2013).

3. El neoliberalismo en Brasil

Las políticas neoliberalistas se dan en Brasil en el marco del ‘Consenso de Washington’ al tiempo que se recomendaba esta situación en la mayoría de países de América Latina, con el fin de liberalizar la macroeconomía, aperturas de mercado al mundo y potenciar la empresa privada y la inversión extranjera. Esto tuvo un impacto general en toda América, donde precisamente varios de los países del cono sur estaban retornando lentamente a la democracia después de haber vivido duros años de dictadura militar, en los que estos países, incluido Brasil por supuesto, tuvieron un desgaste en su economía nacional.

Fue así como a mediados de los años 80s se fue formando esta nueva etapa en cuanto a los anuncios de nuevas medidas para controlar el producto interno del país dándosele mayor relevancia y prioridad al sector económico, con el fin de reducir impactos de hiperinflación que el país estaba sufriendo desde el fin de los gobiernos impuestos por la dictadura, el objetivo lograr hacer al país más competitivo económicamente hablando a nivel latinoamericano y porque no a nivel global, de esta forma y por consiguiente, como se ha mencionado anteriormente, el objetivo principal es lograr generar un capitalismo que sea capaz sacar de la debacle sometido al país. A pesar de las medidas de privatizaciones a gran escala y fuertes recortes del gasto público no dieron resultado y la inflación se reavivó a mediados de 1990. La situación económica había ido empeorando, la moneda se había devaluado fuertemente, la inflación era muy alta y la deuda externa era una pesada carga para el país, las reservas internacionales cayeron a 6.555 millones de dólares y el déficit fiscal global en el momento del cambio del gobierno representaba el 15,1% del PBI1.

3.1 Del imperio brasilero a la república

Brasil es un caso particular en cuanto a la forma en que se fue constituyendo y erigiendo como un país, naciendo inicialmente como Imperio del Brasil dado el asentamiento total de la corona portuguesa, algo inusual –y único- en las naciones que se estaban conformando en América Latina. Brasil entonces desde los puertos y bahías inició su conformación estructural y desde allí se iniciaban las exploraciones hacia el interior del territorio, con un expansionismo total y niveles de extractivismo exponenciales, en busca de alzarse con nuevas territorialidades y hacer crecer su imperio, desde entonces notamos que las políticas de expansión, expropiación datan desde la misma época de la colonia, un legado que de alguna forma prosiguió la colonia.

Ante ese pasado imperial, una vez formada la Republica Federal, Brasil quiso seguir con expansión y de hecho logró hasta arrebatar territorios a países vecinos, imponiendo, o al menos, queriendo imponer hegemonía sobre el continente. Uno de los lugares donde más quiso imponer presencia, de carácter extractivista, fue la Amazonía, legado territorial que le dejó la corona portuguesa, y que para entonces aún era muy deshabitada, al menos, por el hombre blanco, que solo por una división fronteriza y de las naciones que se fueron conformando una vez terminó el yugo invasor ibérico, trazaron al azar, dejando a la Amazonía dispersa al menos en 5 países distintos. Por supuesto, a Brasil le correspondió la mayor parte de esos terrenos baldíos, pero que en su devenir, ya contaba con tribus propias desde tiempos mileniales, cuando el continente era conocido como Abya Yala.

Y fue desde el discurso expansionista, empezando el siglo XX y la consolidación de Brasil como potencia económica del continente, que inició una campaña para apropiarse e impulsar asentamientos, entre campesinos y citadinos, a la Amazonía y formar así centros urbanísticos que dieran pie a esa ‘colonización’ ahora no por parte de europeos, sino de los mismos brasileros, ajenos a las tribus que allí ya radicaban durante eones. El propósito era muy claro, el naciente auge del caucho, lo cual generó una decreciente deforestación de bosques y el sometimiento de las tribus que allí habitaban, esto causó una profunda crisis en cuanto a las etnias, el desplazamiento de muchas y las que no las aniquilaban los colonos y latifundistas brasileros que vieron en la extracción del caucho un impulso económico, tanto para ellos como para la nación como tal, fue así como se empezó una expropiación de tierras con beneplácito del gobierno brasilero.

Lo anterior denota que las practicas capitalistas, extractivistas y expansionistas de Brasil no finalizaron con la partida de los europeos, simplemente se redirigieron desde el discurso de hacer potencia económica al país, sin importar los costos, y eso es algo que se mantendría así en el territorio, provocando una profunda crisis socio-cultural, haciendo el país uno de los más desiguales de América latina. Solo con la llegada de Getulio Vargas se trató de implementar nuevas políticas que sacaran del letargo imperialista colonial que aun Brasil se manejaba, llegaría el Estado Novo, iniciaría una nueva historia que duraría cerca de 25 años, hasta la muerte de Vargas, sin embargo, aun si la presencia de este mandatario, se dice que duró hasta el 85, año donde la democracia volvería al país.

3.2 De la dictadura a la democracia, reorganización política y económica del país

En los años 60 hasta mediados de los 80 la dictadura fue quien gobernó el país, por supuesto con el guiño desde Norteamérica, quien quería evitar que los países se redireccionaran como lo hizo Cuba y su muy reciente revolución, los militares, quienes estaban adoctrinados desde la cosmovisión de un anticomunismo férreo, querían evitar que el país cayera dentro de las ideas comunistas, a quien acusaron al presidente Joao Goulart llamado Jango de tener lazos con países comunistas como China y Cuba, los militares se alzaron y provocaron el golpe de Estado que los sostuvo en el poder por 20 años. Aunque decían seguir con políticas de Vargas, hubo una acentuada de expansionismo industrial, sirvió para conformar grandes grupos nacionales y así la entrada del capital extranjero a dichas industrias. En la medida en que ello obstaculiza la adopción de las medidas, las dificultades económicas se agravan y crece la agitación social. Desde 1962, la economía reduce su tasa de crecimiento para desembocar, en 1963, en una recesión, acompañada de alza inflacionaria. La crisis política se acentúa y culmina con el golpe de Estado de 1964 (Marini 1992).

Ante esa crisis que suscitó el golpe de estado, una de las soluciones que planteó el nuevo gobierno golpista es la creación de nuevos incentivos que atrajeran la inversión extranjera y de capitales de origen externo, como se encontraba en plena industrialización el país, había que redirigir hacia un mercado mundial, con la ley de inversiones, empieza una política a la exportación de manufacturados (Marini,1992).

La política liberal de la dictadura brasileña opera en armonía con los cambios que se verifican en la economía mundial, de los que cabe destacar la exacerbación de la competencia entre los grandes centros por mercados y campos de inversión, junto al predominio de los flujos de capital financiero respecto a la inversión directa. Mientras el crecimiento de ésta diera lugar a las firmas multinacionales, cuya producción en todos los países correspondía ya, en 1968, a la cuarta parte del producto mundial bruto a precios de mercado (Levinson 1972).

Con el fin de la dictadura, llegan los años 90s, ávidos de re direccionar la política macroeconómica del país, sumido en una hiperinflación, llega Fernando Collor de Mello, con políticas hacia una transición más liberal, de apertura de mercados, de congelamiento de los salarios y precios, su presidencia llegó en momentos que carecía de respaldo de partidos o la burguesía tradicional industrial que ostentaba una mayor apropiación de los recursos gubernamentales del legado dictatorial, sin embargo, pudo atraer al sector empresarial mas moderno, como las de punta, entonces anuncia la estabilización monetaria, reformas y modernización de la economía brasilera.

Esto conllevó a un más bajo gasto publico por el estado, la venta de empresas e industrias a capital privado, donde precisamente esta burguesía tradicional se encontraba en descontento con Collor de Mello, el aducía que la modernización era necesaria para este nuevo tiempo que se venía acechando en vísperas de finalizar el siglo XX, y aunque se generó una activación de ciertas industrias, como la automotriz, pero con la presencia de capitales extranjeros, el desempleo se subió, y los trabajos informales acrecentaron.

El experimento del gobierno de Collor de Mello con respecto a la inclusión neoliberal como política de estado fue perfeccionado por Fernando Henrique Cardoso, quien si logró consolidar este proyecto impulsado por Collor, a su vez Cardoso contaba con apoyo desde los partidos, en el congreso y varios grupos industriales, por lo cual su tarea fue más sencilla a consolidar las políticas neoliberales, logrando de cierto modo paralizar la inflación que aquejaba el país, durante su discurso, sus promesas se enfocaron, de nuevo como Collor, la estabilidad monetaria con respecto a la inflación, algo que si logró de cierto modo, siguiendo la línea del desarrollo económico por medio de capital e inversión extranjera hacia la modernidad, también proferido por Collor, generación de más empleos, dada la caída de estos durante Collor, y en si posicionar el país al primer mundo, Cardoso gobernó con beneplácito de todos los sectores, tanto nacional como internacional con la prensa de su lado.

Sin embargo, como todo gobierno ultra capitalista y neoliberal, se incrementó la privatización desmedida de empresas estatales y dejo de lado la inclusión social, allí es precisamente cuando este proyecto neoliberal se agotó, empezaron a resurgir y salir a la luz otros problemas que se dejaron de lado, la desigualdad social era más notoria, los contratos de los trabajadores dejaron de ser formales, algo comparado a ‘la prestación de servicios’ bajo el discurso de ‘flexibilización laboral’ afectando asi los derechos de trabajadores, creciendo así también el trabajo informal a más del 50%, disminuyo la inversión pública en salud y educación y un deterioro de los servicios públicos, la población más afectada fue la clase media del país con esas políticas neoliberales de Cardoso, en si los eneficiados sin duda fueron los bancos.

En sectores más rurales y de periferia urbana la pobreza acrecentó, crisis social y miseria, sigue la exclusión social, la violencia y posterior delincuencia durante ausencia del estado en dichos lugares, hasta llegar el posicionamiento de bandas dedicadas al narcotráfico. Ese fue el país que dejó el gobierno de Fernando Henrique Cardoso entrando el nuevo milenio, por lo cual para el partido de los trabajadores, de Luiz Inacio Lula da Silva tomaría las riendas de Brasil, enfocado exclusivamente en políticas de carácter social y de inclusión, sería una nueva era dentro del discurso progresista y los modelos hacía una alternativa con la izquierda, que, dicho sea de paso, para este siglo, tomaba nuevos adeptos en los diferentes países de Latinoamérica, hacia una nueva ruta que deje de lado el desmedido capitalismo y el neoliberalismo.

Desenvolvimento

4. Análisis Cinematográfico y crítica del documental hacia el Sistema

La isla de las Flores (Ilha das Flores), realizado en 1989, es un cortometraje de 13 minutos, dirigido por el escritor y guionista Jorge Furtado, cineasta brasileño nacido en Porto Alegre en 1959. Es un documental que nos ofrece desde una perspectiva muy didáctica y satírica acerca del capitalismo salvaje y las cadenas y formas de producción que llevan a su proliferación, por supuesto el documental se centra y se ambienta en el caso brasilero, específicamente del Estado de Rio Grande del Sur y su metrópoli Portoalegre, donde a unos kilómetros de este gran centro urbano se encuentra la Isla de las Flores, que es donde lo que se considera la ‘basura’ de la ciudad va ir a parar. Hasta ahí, todo parecería, dentro de lo que cabe en la sinopsis, que simplemente es un ‘relleno’ o vertedero sin un control estricto como tal de aquellos desechos, sin embargo la realidad nos lleva a analizar una serie de hechos que definen el devenir de aquel pedazo de tierra, al parecer, un ‘territorio salvaje’ y tierra de nadie.

De forma directa pero a su vez muy sencilla, se cuestiona de entrada, ejemplificando modelos de producción, desde un tomate, que es necesario para la alimentación, hasta los desechos orgánicos que se pueden producir, a partir de cuando, definido por un ser humano, este tomate no es apto para el consumo. Precisamente desde este punto, hay una crítica hacia el consumismo desmedido de la humanidad, pero a su vez, desde esa misma sátira y cruda realidad, nos relata, como este tomate, antes de llegar a la mesa de una familia para su consumo, debe pasar no sin antes por una venta, una transacción que se realiza por dinero, o sea antes de ser cultivado con fines de alimentación y consumo humano, fue pensado para negociarse, y así empieza esta cadena de hechos que conllevan a que un simple tomate termine en la Isla de las Flores.

Esto ha suscitado un circulo capitalista-consumista, y a partir de esa relación, es como vemos como el tomate, que brota por acción acelerada de un ser humano, quien se destaca por tener el ‘telencéfalo altamente desarrollado y el pulgar oponible’ lo hace superior contra todo pronóstico sobre otros animales, esta descripción se reitera a lo largo del documental, lo que nos hace suponer, o al menos para nuestra creencia y propio entendimiento que todo lo que realiza el ser humano, es lo más idóneo y correcto, pero sin embargo a través de ese viaje del tomate, va relatando lo que en verdad este documental quiere mostrarnos: la degradación justamente del ser humano frente a un animal como el cerdo, eso tan solo un ejemplo que la cinta quiere dejar en constancia.

Como el documental no busca ser sensacionalista ni mucho menos, de hecho es muy alejado de un relato que denote una denuncia y en principio desde una perspectiva hasta cómica se va centrando en lo que nos hemos acostumbrado, se pone en tela de juicio esa ‘normalidad’ en la que se ha convertido ciertos factores de este mundo, y allí en ese punto entra la real intención de este trabajo, que genere la indignación del espectador.

Pero como logra este objetivo el documental, basándose en lo esencial, desde el mismo historicismo de las cosas que han conformado el mundo, hasta llegar a la raíz del meollo, y retomando las imágenes del documental, desde el tomate que no sirvió para la salsa que acompañaría a un cerdo, que hace parte de la alimentación de una familia, que dicho sea de paso, la madre de la familia adquirió este en el supermercado, también por supuesto por transacción, el tomate, que va en camino dentro de más basura orgánica, va a terminar en una parcela, al parecer de propiedad privada (cosa que nos evoca la relación capitalista-colonial) cuyo dueño es poseedor de cerdos, la parcela está claramente cerrada, como bien lo dice el documental, para que los cerdos no escapen, pero a su vez, para que otros seres humanos no ingresen. Ya en este punto se debate otra cuestión acerca del concepto de las libertades de las sociedades, y es que relacionar capitalismo con libertad no es un concepto sencillo, pues claramente no se puede actuar con libertad sin dinero, en efecto, de nuevo retomando la intencionalidad del documental, es cuando esa cerca, que separa a los cerdos de los habitantes de la Isla de las Flores se vuelve crucial, ya que desde al otro lado de las mallas, ven como los cerdos, que, como se ha manifestado, es un animal que carece de un ‘telencéfalo altamente desarrollado y que carece de ‘pulgar oponible’ por lo cual es un mamífero inferior al ser humano, pero es justamente la aclaración lo que muestra lo contrario, los cerdos son los que seleccionan entre la basura, y lo que les sobra, es lo que en 5 minutos debe seleccionar los seres humanos de la Isla, entre niños y mujeres en su mayoría, lo cual muestra lo degradante que llega a ser la humanidad con su misma raza.

Por eso al inicio de esta obra, se resaltan dos enunciados esenciales para el entendimiento de lo que se viene durante los 13 minutos, con las frases “Esta no es una obra de ficción” y “Dios no existe”, resaltando de esta manera que para sobrevivir en este mundo se debe de valer del factor capitalista y neoliberal que poco a poco se ha tomado el modo y curso de las riendas de las vidas humanas. De esta forma el documental va construyendo esa realidad inusitada, ambientada en Brasil pero puede convertirse a su vez en problemáticas de carácter global, donde al parecer esta cadena consumista-capitalista se vuelve lógica.

La pobreza es la parte intrínseca de la problemática, pero del cual el neoliberalismo ha logrado valerse para vender parte de esa miseria y convertirlo en un círculo vicioso. Lo convierte por excelencia en un producto del mercado, y así es precisamente como La Isla de las Flores lo demuestra, donde se aprovechan de la pobreza de cierto sector para negociar, desde el alimento que llega a los cerdos y las sobras de estos, la pobreza se convierte en mercancía.

En términos técnicos del documental, está tan bien pensado y trabajado, que es muy digerible al público y su entendimiento se logra sin ningún contratiempo, esto también con base en las narraciones, que van llevando al espectador en una selección de palabras y argumentos a pensar de antemano lo que el autor ya tenía en el libreto, es aquí la narración inductiva, pero a su vez, la mayor parte del discurso es deductivo, entre esa relación de narración e imagen y sonidos. Cada parte está diseñada y seleccionada para dar pie al pensamiento crítico de la obra va suscitando.

Pareciera, entonces, que el documental hubiera partido mucho más atrás de lo real haciéndose las preguntas: ¿cómo mostrar lo real? ¿qué mecanismos permitirían que la miseria surgiera ya no bajo la mirada ingenua del realismo social, sino desde su ubicación en el campo de fuerzas que la construye? En efecto, el problema de la visibilización pasa a ocupar un lugar central en la propuesta de Furtado. A diferencia del documental sobre la miseria de carácter pastoral, cuyo objetivo último es ubicar el fenómeno en un ámbito moral, La isla de las Flores aborda el lugar de la miseria en la cadena de relaciones políticas, económicas e históricas que conforman al mundo, o sea, simplemente el eslabón no productivo, punto ciego dado por el carácter recolector de la actividad (Espinosa 2009).

En síntesis, podemos deducir que el corto tiene una mirada distópica sobre la realidad, profundamente crítica y está dirigida a la gente del común.

Conclusión

El documental La Isla de las Flores empieza como una clase para niños: ¿qué es un tomate, qué es un ser humano, qué es el dinero? Con cada nueva palabra, el director Jorge Furtado presenta una definición mediante animaciones humorísticas. Así entre risa y risa el espectador va redescubriendo realidades tétricas y lo que a la primera vista parece comedia luego resulta ser una crítica muy satírica del capitalismo, de la globalización y del neoliberalismo.

El corto no nos cuenta nada que no sepamos, pero nos hace reflexionar sobre cosas que normalmente no nos tomamos la molestía de analizar o evitamos pensar. Cosas cotidianas de la vida diaria como ¿de donde viene el tomate que acabo de comprar para hacer una salsa? ¿qué pasa con los tomates que lanzó?, pero también cosas más profundas y desagradables como ¿por qué hay gente que trabaja 12 horas al día y sin embargo gana apenas lo suficiente para sobrevivir mientras yo tengo tanto dinero que me puedo permitir tirar tomates que no me parecen frescos? o ¿por qué se les dan estos tomates a los cerdos en vez que a los seres humanos pobres? De esta manera La Isla de las Flores nos lleva a mirar bien instituciones que hemos dado por hecho, por ejemplo la sociedad en la cual vivimos, el sistema político y nuestra propia libertad.

La libertad de los seres humanos (y de los animales) tiene un papel muy importante en el documental. En la Isla solo el dueño del basurero y los cerdos son libres. Los seres humanos que viven en la Isla, los pobres, no son libres en el sentido de que prácticamente carecen de opciones, de posibilidades – entre las que elegir – por no tener dinero. Los cerdos se alimentan de la basura orgánica gracias a su dueño, que se encarga de que tengan comida. Los humanos que viven en esta isla no tienen dinero (ni dueño) por lo que se alimentan de los restos que los cerdos no quieren.

Por consiguiente, La Isla de las Flores muestra la libertad de una manera muy neoliberal, como la capacidad que tiene el hombre de elegir entre varias opciones. Aun así, irónicamente el corto termina con la frase “El ser humano se diferencia de los otros animales por el telencéfalo altamente desarrollado, el pulgar oponible y por ser libre. Libre es el estado de aquél que quiere libertad. Libertad es una palabra que el sueño humano alimenta, que no hay nadie que la explique ni nadie que no la entienda.” Esta frase final deja que nos preguntemos ¿por qué, si todos los seres humanos son iguales con un telencéfalo altamente desarrollado y pulgar oponible, no tenemos las mismas condiciones de vida, ni los mismos derechos y libertades?

Aquí es donde entran al juego las consecuencias menos deseables del neoliberalismo. Para los neoliberales libertad básicamente significa no ser molestado por el Estado y la sociedad, así que los seres humanos están considerados libres cuando se exponen solos a las fuerzas del mercado. Por ello, para el Estado es importante reducir la regulación del mercado y expandir el principio del mercado a más y más sectores de la sociedad y la economía. Desde esta perspectiva, en las últimas décadas la gran mayoría de las sociedades se convirtieron más libres: uniones y asociaciones tradicionales como la familia, la iglesia o los sindicatos se han vuelto menos importante, fiabilidades sociales se han cortado y el Estado de Bienestar se ha reducido.

Dado que la libertad en el neoliberalismo se limita únicamente a la no discriminación de la participación de los seres humanos en el mercado, se hace una asimilación unilateral de libertad individual con libertad económica. De esta manera la libertad política se vuelve en una amenaza para la sociedad de mercado. Además, el neoliberalismo les atribuye la responsabilidad de sus vidas solo a las personas mismas: el sujeto neoliberal es el culpable y responsable de todo. Consecuentemente y porque la ‘sociedad’ y ‘lo social’ están desapareciendo cada vez más de la reflexión personal y política, la ideología neoliberal también justifica la pobreza, la miseria y la desigualdad.

La Isla de las Flores retoma dicha desigualdad en tanto en que contrasta la ciudad con la Isla, el señor Suzuki con la Doña Anita, la Doña Anita que tiene tomates y no los quiere con la gente pobre que quiere tomates y no los tiene etc. El documental también muestra la pobreza y la miseria a través de los mujeres, hombres y niños que viven en la Isla. Ellos no tienen nada y aún peor, van después de los cerdos en la jerarquía de la sociedad.

Mediante una mezcla de crítica satírica y poético-político, el documental La Isla de las Flores descompone de manera sencilla los mecanismos y concecuencias del capitalismo y neoliberalismo y refleja la realidad social y política de su época, que lamentablemente no ha cambiado mucho con el paso de los años.

Notas finales

1http://www.revcienciapolitica.com.ar/num3art2.php

Bibliografia

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Fischer, K. y Plehwe, D. (2013). “Redes de think tanks e intelectuales de derecha en América Latina“ en: Nueva Sociedad, No. 245, Mayo-Junio 2013.

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Filmografía

Isla de las Flores. 1989. De Jorge Furtado. Brasil: Casa de Cinema de Porto Alegre